_Eileen: En mi hogar se vive un ritmo lento, la vida arranca desde muy temprano y termina antes de caer la noche. Las labores se repiten todos los días y siempre en el mismo orden desde que tengo memoria. A lo largo de mi corta vida observé como la producción de la tierra fue mermando, y los precios de sus productos fueron subiendo en una mediada casi capitalina. Mientras más me separaba de la cotidianidad de esa zona, tanto en tiempo como en distancia, eran mayores los cambios que veía en su paisaje. A orillas de las carreteras solo lograba vislumbrar un cordón de una sola especie vegetal: el Marabú.

Mi escenario es Minas, unos de los municipios más pobres de Camagüey. Este es una de las imágenes que evidencia la falta de productividad en Cuba, el poco sentido de progreso, se vive en pausa o se produce a partir del “invento”. Sencillamente todos asumimos este paisaje como un motivo identitario.

Realicé tomas paisajísticas urbanas, escenas de la cotidianidad del lugar, la vida en la calle, los mediodías desiertos, las noches repletas de jóvenes en la wifi. En el video podrá verse el punto donde se mezcla la cotidianidad del municipio con la producción nacional. Resulta un retrato de la economía local y de familia, donde se evidencian los estados productivos, su ritmo y su repercusión en el rendimiento del país.

Paisaje a destiempo busca trasplantar dos panoramas del interior de Cuba, un paisaje rural y uno urbano a modo de ventana (en un tablet). La idea es insertar una plantación de marabú en su totalidad en el entorno galerístico15 como un vano que contiene una plataforma que nos conecta con los modos de vida de las pequeñas urbes: (Minas) como escenario parcialmente ralentizado y monótono visualmente al igual que la vegetación que la rodea.

Esta video-instalación pretende intervenir completamente una pared del espacio expositivo. Las ramas, troncos y hojas de esta planta invasora, se convertirán en un colchón injertado sobre el muro blanco de la galería. En el centro de esta se podrá ver un video en loop, como una hendidura en el corazón de ese monte que se trae desde lejos.